Verdades ajenas

Hoy en día es tan complicado hablar, pensar, actuar, creer de manera diferente al resto, pero no por miedo a la exclusión si no a que te callen, tener que agachar la cabeza por pensar diferente.

Se ha vuelto tan fácil callar a las personas, a prácticamente obligarlas a pensar igual que tú, sin criterio propio, sin una verdad propia, solo comprada.

La pregunta que muchos nos hacemos es ¿por qué?, cuál es la necesidad de querer personas que piensen igual que tú, acaso no es mejor tener tus propios pensamientos, convicciones y verdades para así poder tener un punto de vista diferente. Aunque si lo narro asi para muchos no es conveniente que sigan a otros como lo hacen los borregos.

Será otra esta de las tantas necesidades del ser humano de seguir siempre al de adelante, sin darse cuenta de que también pueden tomar sus propias decisiones. O simplemente no nos damos cuenta de las cosas que hacemos y solo lo hacemos, talvez se convirtió en parte de nuestra vida, hemos vivido de esa forma tanto tiempo que muchos han llegado no a acostumbrarse, sino a resignarse sin darse cuenta.

El mundo en el que vivimos se encargó de que nos fuéramos amoldando en personas sin convicción, de que nos fuéramos apagando y consumiéndo en su totalidad.

Aquí es donde yo me pregunto ¿cómo es que el ser humano puede vivir de esa manera?, talvez en este caso si aplica cuando una persona te repite algo tantas veces como puede que terminas por creerlo.

Será que eso es lo pasa, creer verdades ajenas.